Para todo maridaje: jerez

Hay alimentos o platillos que difícilmente se llevan con cualquier vino o resulta una tarea complicada encontrarles el par, pero para estos casos y muchos otros existen los jereces.

Provenientes del sur de España, estos vinos son elaborados en su mayoría con la uva Palomino que es una variedad blanca y muy refrescante.

Todo parte de la elaboración de un vino blanco base que posteriormente va a pasar por diferentes etapas de crianza y así se obtendrán los diferentes tipos de jerez: desde los más sencillos y frescos hasta los más complejos e incluso dulces.

La manzanilla es uno de los que se bebe como aperitivo. Es perfecto para servir bien frío y solo o quizá con algunos canapés de sabores muy tenues. Recibe a tus invitados con esta opción porque además para la temporada de calor es la sugerida.

El oloroso, su nombre lo dice todo, es un jerez al que el oxígeno modificó sus aromas y gusto. Gracias al sistema de soleras, filas de barricas que contienen vinos de diferentes edades y que se mezclan entre sí para obtener un líquido que puede contener cientos de años de historia. Este fragante jerez se caracteriza por contar con aromas a frutos secos, nueces y algo de caramelo, con notas de levadura. Su cuerpo es ligeramente untuoso, donde se confirman los aromas, un carácter amaderado y una nota dulce al fondo. Se lleva perfecto con todo tipo de aves como pollo y pavo hasta de caza. Igualmente es sugerido para quesos maduros y un buen risotto.

El amontillado tiene una crianza similar, pero en él destacan notas salinas, avellanas y tostados. Es de carácter seco en el paladar, tiene estructura y complejidad. Confirma los elementos en nariz sobre todo en el largo retrogusto. ¿Con qué va? Justamente se lleva con alimentos que son ocasionalmente difíciles de armonizar como la alcachofa, el espárrago o bien un ceviche de atún.

Finalmente, el Pedro Ximénez es un jerez elaborado con la uva homónima y es sumamente dulce, con aromas de ciruelas, pasas y chocolate. Es untuoso y sedoso en boca en el que sobresalen las pasas. Muy agradable en retrogusto y de largo final. Lo ideal no es ponerlo con platos que sean demasiado dulces; el chocolate o usarlo como digestivo es lo ideal.

Recuerda que durante mayo los vinos españoles, como los jereces, te bonifican el 20 por ciento de su precio en la tarjeta Almirante. Ve por ellos.

Blancos ibéricos

Sí, en España también se producen excelentes blancos que son ideales para esta temporada de calor.

Diferentes denominaciones de origen a lo largo del país comienzan a considerar más al vino blanco de calidad y elaborado con variedades locales.

Aunque para muchos la zona de Rías Baixas aporta excelentes Albariños de diferentes precios, ya que pueden ser muy frescos o más complejos al dejarse en reposo con sus lías (levaduras), no es la única región de blancos.

Viura es la uva protagonista de vinos blancos en Rioja. Está dando notas florales y ligeramente vegetales a varias etiquetas.

Rueda es otra denominación de origen, casi a un lado de Ribera del Duero, que toma su uva Verdejo como estandarte. Herbales, cítricos y muy refrescantes, los vinos de esta zona se encuentran de diversos tipos, incluidos espumosos, y son toda frescura al paladar.

Más al norte, el País Vasco con sus costas llenas de brisa, clima fresco y humedad aportan mucho a variedades locales que se usan para crear el txacoli, un vino frutal, de acidez refrescante y de graduación baja que sobre todo gusta a quienes buscan blancos diferentes.

Jerez, al sur de España, también aporta vinos tranquilos ideales para combatir el calor. Hechos con base en la uva Palomino son líquidos sencillos, frescos y frutales que pueden beberse a cualquier hora.

Todas estas opciones y muchas más las tenemos en nuestras tiendas y hasta finalizar mayo muchas bodegas te otorgan el 20% de bonificación en tarjeta Almirante.

Aún así, un buen blanco español debe estar siempre en tu cava porque vienen meses de clima cálido que sólo puede acompañarse con estas opciones.